El elefante

 

El elefante

 

El elefante

Aunque no sabemos si los artistas del románico habían visto nunca un elefante, este animal es uno de los más representados en la época. Como bestia exótica, al igual que el camello, también era objeto de regalos entre la realeza y se representaba de formas a veces incluso divertidas. Por ejemplo, la trompa del elefante del Baldaquino de Toses parece más bien una trompeta.
Simboliza la castidad y el bautismo, asociado a las características de su vida sexual que los bestiarios medievales habían dado a conocer.
Por la fuerza y vigor participaba en la maquinaria de guerra de los ejércitos antiguos. Por eso en las pinturas de Sorpe, así como en el Baldaquino de Toses, aparece llevando una torre en la espalda. Esta imagen también simboliza la fortaleza y la castidad que necesita la Iglesia para resistir las tentaciones del diablo.
En Sorpe se ha conservado también parte de la representación de un zodiaco: un cangrejo y un sagitario o centauro, y una bonita paloma que simboliza el Espíritu Santo.