La vivienda modernista

 

La vivienda modernista

 

La vivienda modernista

Alguno de los hogares burgueses de Barcelona constituye el marco de la producción de los mejores artistas de la época. En él, a lo largo del día, se celebran desde reuniones de negocios hasta visitas familiares. Es el escaparate social perfecto. Esto implica un cierto lujo exhibicionista en determinados espacios interiores. Una gran vivienda llena de cuadros, esculturas, porcelanas, alfombras, cortinajes y otros ornamentos. La correspondiente labor de mantenimiento se convierte en un imprescindible entre las tareas domésticas.

La atmósfera de la vida doméstica burguesa no se entiende sin el nuevo culto al objeto, al cual los artistas modernistas incorporan el nuevo gusto sobre la base de la recuperación de las artesanías tradicionales. Así aprovechan la gran popularidad de estos complementos, desde una joya a pequeños objetos decorativos, que evocan el ambiente sensual de final de siglo.

Un escenario privilegiado de la arquitectura y el interior modernista es el passeig de Gràcia, donde se asientan las familias más acaudaladas de la ciudad. Cabe destacar la conocida “Manzana de la Discordia”, que reúne la Casa Lleó Morera, la Casa Batlló y la Casa Amatller, y que nos presenta, respectivamente, a los arquitectos Lluís Domènech i Montaner, Antoni Gaudí y Josep Puig i Cadafalch. 

 

 

Puerta vidriera de cuatro batientes

Esta obra está seleccionada para el proyecto «Partage Plus – Digitising and Enabling Art Nouveau for Europeana»

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