Josep Maria Casals i Ariet
Viladrau, 1901 – Barcelona, 1986
La donación de fotografías de Josep Maria Casals i Ariet (Viladrau, 1901-Barcelona, 1986) efectuada por su hija, Gabriela Casals Roig, consta de 254 bromóleos transportados, 1.164 diapositivas de color y un amplio repertorio de copias del trabajo -más de 13.000 ejemplares sobre papel,...
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La selección de fotografías de la colección del Museu Nacional expuesta delata el interés que tuvo el tema de la naturaleza muerta entre algunos de los principales autores de la fotografía en Cataluña, revisitando un tema representado de manera excelente en las sales de Renacimiento y Barroco.
El conjunto ofrece una amplia variedad de opciones visuales y estéticas, muy relacionadas con la tradición pictórica barroca, recuperando la dimensión poética del género y su voluntad de superar el marco cronológico. Especialidades como el jarrón con flores y plato de frutas (Otto Lloyd), flores (Humberto Rivas), piezas de caza (Josep Maria Casals i Ariet, Joaquim Pla Janini, Oriol Maspons), mesas puestas (Toni Catany, Josep Maria Lladó) y quizás también la vanitas – tal como sugiere el reloj que marca el paso del tiempo (Emili Godes) – son ejemplos modélicos.
Emili Godes, Naturaleza muerta, hacia 1930 |
Josep Maria Casals i Ariet, Perdiz (naturaleza muerta), hacia 1930-1950 |
Humberto Rivas, Flor, 1991 |
El pensamiento bohemio conduce al artista a interesarse por lo más oscuro y primitivo de la sociedad en que vive. Eso puede ocurrir como reacción al folclorismo oficial o al sentimentalismo religioso, o como inquietante identificación con las infamias de la miseria y la «degeneración». El caso de Nonell y sus retratos de pobres, cretinos o, sobre todo, gitanas –siempre distintas pero siempre iguales– supone una de las culminaciones de la ideología de la bohemia.