Los recién casados

Los recién casados
Los recién casados
Pinto flores para que así no mueran.
Frida Kalho
Entre las artistas que llegaron a Cataluña buscando refugio durante la Primera Guerra Mundial, están la francesa Marie Laurencin, las rusas Sonia Terk-Delaunay y Olga Sacharoff. Esta última encontró aquí un espacio donde instalarse y habitar hasta su muerte, insiriéndose llenamente en la vida cultural y artística de Barcelona. No olvidamos que la llegada de estos nuevos corrientes europeos a Cataluña vinieron en gran parte gracias a la llegada de estas artistas que contribuyeron con su presencia y producción al cambio del panorama artístico nacional. La obra de esta artista se ha leído tradicionalmente des del paradigma de la vanguardia que evoluciona, con el paso del tiempo, a maneras más conservadoras y clasicistas. Pero si nos fijamos con atención, vemos que su obra muestra más continuidades que diferencias, al mismo tiempo que desata una serie de irónicas críticas a la vida burguesa con una tímida pero clara perspectiva de género. En esta obra vemos como la iconografía de los recién casados se encuentra puesta en cuestión cuando es el hombre quién sostiene el ramo de flores, y en cambio el perro (mejor amigo del hombre y símbolo de fidelidad) está del lado de la mujer. Sacharoff nos plantea, al largo de su obra, una visión del mundo con sensibilidad femenina donde la naturaleza, los animales, los infantes y las mujeres parecen siempre aludir a los márgenes, más felices, de la sociedad normativa patriarcal.
Los recién casados, Olga Sacharoff, 1929