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Programa Gabriel Casas - pdf 977 Kb
Dossier de prensa - pdf 1,88 Mb
Gabriel Casas fue uno de los fotógrafos españoles más importantes del periodo de entreguerras. Fue de los primeros en adoptar el lenguaje fotográfico de la New Vision, el movimiento de origen alemán que revolucionó el campo de la fotografía mediante el uso de encuadres sorprendentes, planos picados y contrapicados, contrastes de luz y formas, fotomontajes…
La exposición reúne 120 imágenes de uno de los momentos más importantes en la producción del fotógrafo: desde la inauguración de la Exposición Internacional de Barcelona en 1929 hasta el final de la Guerra Civil española en 1939. A través de un recorrido visual, se explora la relación de Gabriel Casas con la Nueva Fotografía, con los temas de la modernidad y con las preocupaciones sociales y políticas de su tiempo.
Exposición coproducida con
Con Gabriel Casas fotografía, información y modernidad, 1929-1939 se recupera la figura de uno de los fotógrafos españoles más importantes del periodo de entreguerras. La exposición se ha basado en las fotografías que Gabriel Casas realizó entre la Exposición Internacional de Barcelona de 1929 y el final de la Guerra Civil española, 1939, momento en el que su obra adquirió una gran madurez.
Gabriel Casas tuvo una buena formación visual, en la que la fotografía estuvo muy presente tanto en el ámbito familiar, su padre y su abuelo utilizaron la fotografía y la pintura, como en el profesional, se formó en el estudio fotográfico de Rafael Areñas, uno de los más importantes de Barcelona a principios del siglo xx.
A mediados de la década de 1920, se independizó profesionalmente. Combinó la fotografía de información y deportiva con la publicidad y la fotografía industrial. Su producción fotográfica tuvo una buena recepción. Empezó a colaborar con algunas de las más importantes revistas de información visual del momento, como Imatges y D’Ací i D’Allà, y trabajó como fotógrafo para diferentes departamentos de la Generalitat de Catalunya y del Ayuntamiento de Barcelona.
Su vinculación a los círculos de la vanguardia artística, en los que la fotografía y el cine estaban muy presentes y eran considerados como las nuevas técnicas artísticas, le llevó a convertirse en uno de los primeros fotógrafos profesionales españoles que utilizó el lenguaje de la Nueva Visión. Recurrió tanto a cuestiones estéticas como psicológicas en la realización de sus fotografías de información, en las que utilizó los picados, los contrapicados, el fotomontaje, los descentramientos del eje de simetría o las fragmentaciones, creando un lenguaje que se escapó del de la mayor parte de la producción de la época en España y que lo conectó con la producción de la vanguardia artística europea que creadores y teóricos como László Moholy-Nagy empezaban a promover.
Las revistas ilustradas y los noticiarios cinematográficos contribuyeron a la creación de una nueva forma de informar, de mostrar la actualidad, que satisfizo las necesidades de una sociedad acelerada, en la que la imagen ganaba cada vez más terreno a la palabra escrita y daba paso a la cultura audiovisual. Gabriel Casas desarrolló gran parte de su producción fotográfica como fotógrafo de información. Fue uno de los pocos fotógrafos españoles que recurrió tanto a cuestiones estéticas como psicológicas en la realización de sus fotografías de información, que estaban conectadas con la Nueva Visión. Sus imágenes iban más allá de la descripción, transmiten sensaciones al observador/lector, en un periodo en el que la fotografía de información dejó de ilustrar textos para convertirse en noticia en sí misma, iniciando así una nueva manera de hacer fotoperiodismo.
Gabriel Casas estuvo conectado a los movimientos de vanguardia artística que había en Barcelona en la década de 1920, en los que la fotografía había ganado protagonismo como materia artística. Fue uno de los primeros fotógrafos profesionales españoles en utilizar los recursos estéticos que había descrito László Moholy-Nagy en sus textos. La difusión de sus teorías favoreció la creación de nuevas narrativas visuales que cambiaron la fisonomía del mundo impreso. Gabriel Casas aplicó el lenguaje de la Nueva Visión a la fotografía de información, a la publicidad y al retrato, años antes de que la sociedad española se empezase a familiarizar con los fotomontajes, fotogramas, puntos de vista insólitos: picados, contrapicados o con descentramientos respecto al eje de simetría.
La gran crisis económica que se produjo después del crac de 1929 empobreció a gran parte de la sociedad occidental. Las dificultades económicas, la dura situación por la que atravesaban muchos países acentuaron aún más las diferencias sociales que ya existían y propició que los partidos políticos y las revistas pusieran una especial atención en las cuestiones sociales, en las que las clases subalternas empezaron a tener visibilidad en periódicos, revistas, campañas políticas o películas. Gabriel Casas, con una estética documental vinculada a las iniciativas más innovadoras que habían surgido desde finales del siglo xix, como la obra de Jacob August Riis, Lewis Hine, Wolfgang Weber o la de los directores de cine de la escuela del realismo poético, contribuyó a denunciar, a dar visibilidad, a crear el imaginario de las clases más desfavorecidas y de lo marginal en la Barcelona de la década de 1930.
El retrato fotográfico ha estado muy presente en la configuración de la cultura moderna. Gabriel Casas, como gran parte de los fotógrafos profesionales, se interesó por ese género. Desde los inicios de la fotografía había sido una de las actividades más frecuentes de los estudios fotográficos. Cuando empezó, practicó un tipo de retrato de estudio testimonial, asociado a la fotografía familiar, a perpetuar la imagen de la burguesía anónima de la época. Su nueva actividad como fotógrafo de información le permitió llevar a cabo nuevas aproximaciones al retrato, relacionadas con la página impresa, con el culto a las celebridades iniciado en el siglo xix. Gran parte de su producción de retratos para revistas y periódicos de los años treinta, la realizó fuera de su estudio, en el entorno natural donde se encontraban los personajes, que fotografió jugando con la estética de la fotografía cándida, del surrealismo o de la Nueva Visión.