El Pabellón de la República Española en París
Entre las principales novedades que ahora se presentan destaca un nuevo espacio dedicado al Pabellón de la República Española en la Exposición Internacional de París de 1937, donde se expuso el Guernica de Picasso, La Montserrat de Julio González, La fuente de Mercurio de Alexander Calder o el Payés catalán en rebeldía (también conocido como El segador), de Joan Miró -desaparecida tras su exhibición en el Pabellón-, entre otros. Muchas de las obras que participaron en ese pabellón se consideraron perdidas durante muchos años, a pesar de que, una vez desmontado el pabellón en 1938, habían regresado a España. A mediados de los años 80 se dio a conocer que se habían conservado ocultas en el Palau Nacional, en un fondo que constaba de unas 270 obras entre pinturas, esculturas, dibujos y grabados pertenecientes básicamente al período 1937-38. En este conjunto de obras de temática de guerra había, entre otras, las obras procedentes del Pabellón de la República. Una selección importante de este fondo encontrado en el Palau Nacional fue expuesto en Barcelona y Madrid en 1986 y en 1987, en el Palau de la Virreina y en el Museo Reina Sofía, respectivamente.
El Pabellón de la República española en la Exposición Internacional de París de 1937 fue el altavoz en Europa de la causa republicana. El objetivo era conseguir apoyo internacional en la lucha contra el fascismo.
Diseñado por Josep Lluís Sert y Luis Lacasa, se inauguró en julio de 1937 y permitió mostrar al mundo todo un amplio despliegue cultural que se produjo en defensa del gobierno legítimo. Se trataba de mostrar la situación que sufría el país a través de un arte creado en tiempo real, como respuesta a los graves acontecimientos que se iban sucediendo.
Una parte importante de estas obras que formaron parte de la exposición del Pabellón de la República, actualmente en las colecciones del museo, las podemos admirar en estas salas. Durante muchos años estuvieron escondidas en el Palau Nacional -actual sede del museo- y no se dieron a conocer hasta mediados de los ochenta. Ahora se incorpora a la colección permanente un número importante de piezas de este fondo procedente de las reservas, y se dedica un espacio específico en el Pabellón de la República, que incorpora la proyección de fotografías del interior donde se pueden ver algunas de las obras expuestas, en un ejercicio de contextualización.
A raíz del reciente fusilamiento del poeta y dramaturgo Federico García Lorca, durante la Exposición Internacional de París se rindió un homenaje a la figura del poeta y dramaturgo. Durante aquellos días fue homenajeado con recitales de poesía o con una exposición de libros suyos y fotografías, entre otros.
La pintura de Fernando Briones Alegoría del fusilamiento de Federico García Lorca (1937) es un homenaje al poeta y una denuncia explícita por su asesinato. Cuando se desmontó el pabellón de París, la obra quedó depositada en el Museu Nacional, junto con gran parte de las obras expuestas en el pabellón. La obra, en clave simbólica, evoca el fusilamiento del poeta, en agosto de 1936, y supone un magnífico ejemplo del arte realizado durante el conflicto, a medio camino entre el homenaje y la denuncia.
Alegoría del fusilamiento de Federico García Lorca, Fernando Briones, 1937