Godes empezó a trabajar en fotografía hacia 1920. El suyo es un trabajo sensible y riguroso, de una precisión que se manifiesta ya en el primero de sus reportajes conocidos, hechos en Córdoba en el año 1927. Dos años más tarde, produjo otro soberbio reportaje sobre la Exposición Internacional de 1929, en el que se entrevé su visión moderna de la fotografía. Pero es hacia 1930 cuando Godes inicia una búsqueda personal de la que saldrá su obra más emblemática, la serie de plantas, reptiles, insectos que él llama «microfotografías de gran formato» y que representa la aportación más importante de la Nueva Objetividad a nuestra historia de la fotografía.