Dos mendigas o Les méndiants

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Ubicación: 
Sala 046
Artistas / Creadores / Autoridades: 
Marià Fortuny
Reus, 1838 – Roma, 1874
Etiquetas sociales: 
Sin etiquetas
Descripción:

El miserabilismo fue una temática muy visitada por Fortuny. La representación de mendigos, de pobres y de personas de condición social humilde, como un motivo cultivado desde sus inicios, se intensificó a raíz de su primer viaje a Marruecos, en 1860. Esta corta, sin embargo, intensa estancia en la ciudad de Tetuán tuvo una alta significación y los resultados, en términos artísticos, fueron inmediatos. Sin embargo, la experiencia de residir en el corazón de la medina también contribuyó al conocimiento de un nuevo sistema de valores, unas prácticas sociales, alejadas de los criterios de utilidad social y eficacia económica de las sociedades occidentales. En un primer momento, Fortuny tradujo estos estímulos vivenciales en una práctica artística de tipo costumbrista que cristalizó en un repertorio visual formado por escenas protagonizadas por personajes que adoptan una actitud de inactividad, de indolencia, de despreocupación. Este trasfondo de signo pintoresco se incrementó a partir de la estancia del pintor en Granada, entre 1870 y 1872. Precisamente, la pintura comentada se enmarca en el período de actividad granadina; una etapa artística caracterizada por un incremento de su sensibilidad por la problemática de los efectos generados por la desigualdad social. De hecho, conservamos un gran número de obras de pequeñas dimensiones, muchas de ellas realizadas sobre soporte de madera, que comparten una misma estructura compositiva y en las que las escenas las protagonizan figuras anónimas muy desvalidas, empobrecidas, que piden limosna, mientras se sientan en el suelo de las fachadas de las iglesias. Sin embargo, en el caso de Fortuny no existe una voluntad de denuncia social, ni hace proselitismo de una determinada causa, una vez más se limita a explorar las posibilidades estéticas que le ofrece una temática sobrecogedora y que puede generar en el espectador un sentimiento ambivalente: por un lado, la imagen genera una cierta repulsión, la que produce la visión de una de las figuras con un rostro deformado y con un registro expresionista y de la otra, nos sentimos atraídos por una poética brillante que provoca un estado de ánimo de confortabilidad estética, dado que podemos admirar la capacidad del autor, a partir del dominio de un lenguaje pictórico muy eficaz, para revertir la adversidad de una realidad miserable que la pintura, en su dimensión catártica, es capaz de transformar en una experiencia estética agradable.

Pintura

1870-1872

22,5 x 15,5 cm

Depósito de la Generalitat de Catalunya. Colección Nacional de Arte, 2020

Núm. de catálogo: 

254430-000

Siglo: XIX
Tema: Género y sociedad
Óleo sobre lienzo