Cesta de manzanas, membrillos y granadas
Como la mayoría de las naturalezas muertas, la disposición de la cesta y los frutos parece casual, pero la composición está estudiada. Hay dos factores que inciden. Uno es relativamente habitual: una cesta que domina el eje del cuadro. El otro es más innovador: un fondo oscuro que contrasta con la fuerte iluminación y el color de la fruta y las hojas. Por las características formales, la obra se consideró pintada en Sevilla en la década de los años 40 del siglo XVII. La atribución a Juan de Zurbarán se basa en las enormes analogías de este cuadro con otra naturaleza muerta conservada en Finlandia, una de las únicas tres obras firmadas por el artista.
Entre 1643-1645
76 x 107 cm
Depósito de la colección Gil, 1922; adquisición, 1944
024259-000