Os proponemos una visita dibujada a la colección para descubrir, lápiz en mano, los alimentos que se comían hace más de trescientos años y reflexionar sobre qué y cómo comemos hoy en día, descubrir las diferencias y similitudes que hay y qué podemos aprender del pasado. Una actividad en las salas del museo para mirar, dibujar y pensar sobre los alimentos de proximidad, los lugares donde compramos y cómo cuidamos el planeta con nuestra alimentación.