Retablo

Retablo

Mueble o estructura situado detrás o encima del altar de una iglesia, realizado con técnicas y materiales diversos. Durante la época medieval el retablo evoluciona del formato apaisado inicial a la disposición vertical, tiende a incrementar sus dimensiones y se organiza jerárquicamente según unas partes más o menos estables. El cuerpo principal se estructura en torno al compartimento central, donde se representa la figura o figuras de los titulares y a su alrededor se despliegan toda una serie de compartimentos con escenas narrativas, organizados en registros verticales y horizontales, llamados calles y cuerpos. A veces, las calles pueden estar separadas por una especie de calles más estrechas, los montantes, divididos también en compartimentos, las entrecalles, a menudo decorados con imágenes, escudos, etc. La calle central suele estar rematada por un compartimento que sobresale en altura, el ático, donde habitualmente se representa el Calvario. El perímetro del cuerpo principal del retablo está rodeado de una moldura voladiza inclinada que lo protege, llamada guardapolvo o pulsera. Debajo del cuerpo principal del retablo generalmente se encuentra una pieza apaisada con diversos compartimentos figurados que se denomina predela o bancal, la cual en ocasiones se divide en dos cuerpos que flaquean un sagrario central. En determinados casos, en los extremos de la predela hay puertas que dan acceso a la sacristía emplazada detrás del retablo. En Cataluña, a finales de la Edad Media, los retablos adquirieron unas dimensiones verdaderamente colosales y un notable desarrollo ornamental, el cual es especialmente evidente, entre otros, en las cresterías formadas por doseletes y pináculos.