• El Ministerio, la Generalitat de Catalunya y el MNAC han acordado que el museo se encargue de la gestión y la programación cultural del espacio
• El edificio, uno de los grandes exponentes de la arquitectura racionalista catalana, fue adquirido por el Ministerio el pasado enero y abrirá al público en 2026.

El Ministerio de Cultura ha cedido la gestión de la Casa Gomis al Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC). La cesión ha sido fruto de un acuerdo entre el Ministerio y la Generalitat, instituciones que forman parte del consorcio del MNAC.

El MNAC, que se hará cargo de la programación de las actividades culturales, las visitas y la gestión del espacio, es una institución museística de referencia internacional que también lidera la Red de Museos de Arte de Catalunya, una red que articula los principales museos de arte bajo una estrategia común de colaboración para la puesta en valor y difusión del patrimonio artístico catalán. La Casa Gomis se convertirá así en una pieza clave para comprender la evolución del arte del periodo en Cataluña. Por su parte, el Ministerio de Cultura asumirá las obras de reforma y mantenimiento necesarias.

La Casa Gomis, adquirida por el Ministerio el pasado enero, es una vivienda de gran valor histórico y artístico, una pieza clave en la historia de la arquitectura racionalista del siglo XX en Cataluña, situada en primera línea de costa dentro del paraje natural de La Ricarda, en el Delta del Llobregat, un entorno de alto valor ecológico protegido por la Unión Europea.

La adquisición se realizó con la voluntad de proteger y conservar este inmueble como parte del patrimonio público, y convertirlo en un centro cultural abierto al público. Además, su futura apertura está prevista para febrero de 2026, coincidiendo con la Capital Mundial de la Arquitectura de Barcelona y con el Congreso de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA), que también acogerá la ciudad el próximo año.

El valor arquitectónico de la Casa Gomis

La Casa Gomis es un ejemplo único de vivienda de la alta burguesía catalana de mediados del siglo XX, y fue un lugar de encuentro de intelectuales y artistas, un escenario privilegiado para entender la evolución de las culturas de vanguardia en Cataluña durante el siglo pasado.

A nivel arquitectónico, este inmueble es un claro ejemplo de adaptación de un concepto arquitectónico abstracto a un lugar y paisaje muy concretos. La simbiosis entre la casa y el entorno se desarrolla a través de una construcción de una sola planta bajo la copa de los pinos. La transición entre el paisaje natural del resto de la finca y la zona central ocupada por la casa se consigue mediante una gran plataforma horizontal que acoge el jardín, tratado con gran sobriedad mediante pradera de césped, caminos y áreas pavimentadas con líneas ortogonales que prolongan la estructura del edificio, y un estanque-piscina que refleja su imagen.

La vivienda fue un proyecto del arquitecto barcelonés Antoni Bonet Castellana para el matrimonio formado por Ricardo Gomis e Inés Bertrand, y fue construida entre 1957 y 1963. En 2021 fue declarada Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) en la categoría de Monumento Histórico por la Generalitat, la figura de protección más alta en el ordenamiento vigente en materia de patrimonio histórico en Cataluña.

Una de sus singularidades es que, después de seis décadas de uso, el edificio conserva sus características originales, habiendo sido objeto de una cuidada restauración de las cubiertas y la carpintería exterior en 1997. Conserva también su mobiliario, en gran parte diseñado por el propio arquitecto, que está incluido en el expediente de declaración como parte de su historia.