En la arquitectura de Gaudí las partes están siempre enlazadas, formando grupos o familias, y al mirarlas parece que nos adentremos en una narración que nos lleva de la mano, de un extremo a otro, sin dejarnos escapar. Unas cosas se convierten en otras y nada tiene una única función: un banco no es solo un banco, sino que tiene un respaldo que también es banco y que se convierte en gárgola que se convierte en pavimento que se convierte en columna… Una ventana tiene unos marcos que se deforma hasta tocar las molduras que pasan a ser tejas que se hinchan como un dragón… Los diferentes fragmentos siguen un pensamiento continuo y en movimiento que los ata y los conecta, y parece que los dibujos que intenten atrapar estos fragmentos deberían tender también esta condición de transformarse de una cosa en otra, un dibujo inacabado al que siempre se le puede añadir algo más y seguir creciendo en direcciones inesperadas.

El Cercle Artístic de Sant Lluc propone pasar dos días construyendo dibujos a partir de un edificio de Gaudí, sabiendo dónde empezar, pero no dónde acabar, a través de este taller de dibujo de línea con lápiz grafito de diferentes durezas o lápices de color.

Utensilios necesarios:

• una base dura sobre la  que trabajar, de pie o sentado, o apoyado sobre alguna superficie que encontremos en el lugar de trabajo
• hojas blancas y también papel vegetal transparente, de medida mínima dinA3, pero preferentemente dinA2.
• escuadras y escalímetro o regla para medir. También llevar cinta métrica para tomar medidas desde el edificio a dibujar.
• Lápiz grafito de diferente dureza o lápiz de color.

Actividad conducida por los arquitectos Eva Prats y Ricardo Flores.

Organiza:

#GaudíFocICendres