Autorretrato
Figura canónica de la vanguardia escultórica catalana, la obra de Juli González también incluye incursiones en otras disciplinas como la pintura, la orfebrería y el dibujo. Su producción gráfica sobresale por el número de dibujos hechos al pastel, técnica que dominó a la perfección, y la adaptó, utilizando el color, para dar volumen y profundidad a sus composiciones. Aunque perteneciente a la etapa figurativa, este Autorretrato prefigura la dimensión experimental que distingue su manera de concebir el proceso creativo. Iniciado en 1910, este dibujo refleja un trabajo evolutivo que culminará en 1919, aunque la forma figurativa del retrato se podría datar entre 1914 y 1917.
c. 1914-1918
32,6 x 25 cm
Donación de Roberta González, hija del artista, 1972; ingreso, 1973
113452-D