1880-1890: La mujer encorsetada
1880-1890: La mujer encorsetada
Durante la década de 1880, la mujer se caracterizaba por una silueta curvilínea que se ensanchaba gradualmente en los hombros. A principios de la década siguiente, la vestimenta consistía, básicamente, en un corpiño ajustado con una falda fruncida en la cintura que caía, de una forma más natural que en épocas pasadas, sobre las caderas. A mediados de 1890 aparecieron las mangas anchas, que crecieron en tamaño año tras año hasta desaparecer a comienzos del siglo XX. Durante esa época, las faldas adoptaron una silueta más acampanada y el uso de encajes, bordados y adornos naturales como accesorios era común.
El diseño de vestuario estaba pensado para resaltar la feminidad, tal como se ve en el uso del corsé de la "salud Eduardiano", también llamado busto 'pouter pigeon'', que mantenía el cuerpo rígido en un ángulo de 33 grados y tenía una forma de "S" siguiendo los contornos "naturales" del cuerpo femenino.
Esta mujer podía participar en la vida social, pero no de forma activa. Era una espectadora.
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