Muchas de las aspiraciones de la vanguardia se cumplen en la vida cotidiana de la sociedad de masas. Los nuevos medios de transporte y difusión –publicaciones ilustradas, noticiarios cinematográficos, radio–, las nuevas formas de ocio –del cine al deporte–, y la irrupción omnipresente de la publicidad, desde las páginas de las revistas o los carteles hasta los anuncios luminosos urbanos, llegan a todas partes. Que las más radicales técnicas de las vanguardias –collage, fotomontaje, etc.– sean absorbidas por la publicidad y «entregadas» así a las masas, es una metáfora de cómo la «vida moderna» ahoga los conflictos.