
La escultura del Cristo se compone de cuatro piezas de madera: cabeza, tronco y dos brazos. Los pies, actualmente desaparecidos, estaban fijados a la cavidad inferior bajo la túnica de la talla de Cristo.
Los brazos, completamente horizontales, están unidos al tronco por canto vivo, y se sujetan directamente al travesaño de la cruz gracias a cuatro espigas de madera.
La cruz está formada por dos tablones de madera encajados a media madera y reforzados con dos espigas de madera. Los remates posiblemente hayan sido serrados, porque se aprecia el final irregular característico del corte de la sierra y porque no se conserva ningún tipo de policromía.
En el reverso, se observan restos de clavos remachados, grapas metálicas y tornillos, que justificarían que el conjunto ha sido desmontado y montado en varias ocasiones.
En cuanto a la madera empleada, se han determinado cuatro tipos diferentes: para la cabeza y el tronco, madera de nogal, para los brazos, sauce, para el tablón vertical de la cruz, olmo, y para el travesaño de la cree, encina.