Por un informe que se conserva en el archivo del Museu Nacional, sabemos que el estado de conservación de esta obra de gran formato (244,5 x 157 cm) era consecuencia de un incendio que se produjo el 1 de abril de 1985, en una dependencia municipal de Barcelona, donde la obra decoraba una de las paredes. Durante el siniestro, la pintura estuvo expuesta a altas temperaturas y tanto los materiales originales como los añadidos en diversas restauraciones reaccionaron entre ellos, sufrieron transformaciones y deformaciones, y como resultado se produjeron algunos daños considerables.
Restaurador de pintura: Carles Pongiluppi
Restauradores de madera: Vicenç Martí y Pere de Llobet