Retablo de San Vicente
Bernat Martorell, uno de los pintores más relevantes del gótico catalán, realizó este retablo seguramente en la década del 1430. Es uno de los pocos conjuntos del pintor que se conserva entero. De dimensiones reducidas, está compuesto de un cuerpo principal de tres calles y dos pisos, además de la predela que contiene un magnífico círculo dedicado a la Pasión de Cristo. En la calle central encontramos la imagen de San Vicente vestido de diácono, con el libro y la palma en señal de mártir, y delante de un ecúleo o potro, el instrumento utilizado en su tortura. A los lados, vemos cuatro escenas de la pasión del santo y, en la parte superior, en el lugar habitual para el Calvario en los retablos de la época, encontramos una imagen de Nuestra Señora de las Misericordias, que con su manto abierto guarece dos grupos de personajes, con San Benito y San Bernardo a la cabeza, los principales santos de la orden de los benedictinos y los cistercienses respectivamente. La presencia de estos santos, unida a la representación de las armas del monasterio de Poblet en el guardapolvo, hace creer que el conjunto fue hecho originariamente para la ermita de Santa Creu de Menàrguens, una localidad que en esa época dependía del mencionado cenobio, o bien fue realizado para estar en el mismo monasterio de Poblet pero que más tarde se trasladaría a la ermita.
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Legado de Ignasi Girona y Anna Jover, 1930