Cala Forn
Después de unos años en París, donde fue influenciado por los postimpresionistas franceses antes de adoptar un lenguaje próximo a Cézanne, Sunyer volvió a Cataluña, donde se consagró como adalid del noucentisme, movimiento artístico que propugnaba un retorno a los modelos clásicos y mantenía la figuración en oposición a los movimientos de vanguardia. "Cala Forn", una de las obras más paradigmáticas de Sunyer y del noucentisme, supuso la culminación de su proceso creativo. Con una gran fuerza expresiva y sensibilidad, el artista logra una perfecta integración de las figuras en el paisaje, que no se limitan a reproducir la realidad cotidiana, sino que se convierten en símbolos de la Cataluña de entonces.
Donación de la Asociación de Amigos de las Artes, 1918